martes, 19 de febrero de 2019

Análisis de riesgo

El riesgo de un proyecto de inversión puede ser definido como la volatilidad o variabilidad de los flujos de caja reales respecto a los flujos estimados, mientras mayor sea la viabilidad de estos flujos mayor será el riesgo a que se encontrará sometido el proyecto de inversión.
El análisis de riesgo tiene su fundamento e importancia en los últimos años debido a la incertidumbre e inestabilidad que se puede tener en una economía.
En el riesgo se pueden identificar dos componentes, el Riesgo General basado en el entorno económico y la política económica de un país (riesgo país) y el Riesgo Específico asociado a las particularidades propias de cada negocio.

Existen tres tipos de riesgos en un proyecto:

Riesgo individual: es el riesgo que tendría un activo si fuera el único que posee una empresa, se mide a través de la variabilidad de los rendimientos esperados de dicho activo.

Riesgo corporativo o interno de la empresa: es aquél que considera los efectos de la diversificación de los accionistas, se mide a través de los efectos de un proyecto sobre la variabilidad en las utilidades de la empresa. Refleja el efecto del proyecto sobre el riesgo de la empresa.
Riesgo de beta o de mercado: es la parte del proyecto que no puede ser eliminado por diversificación, se mide a través del coeficiente de beta de un proyecto. No afecta mucho por la diversificación de cartera.
La estabilidad de la empresa es importante para los accionistas y para todos los involucrados. Una empresa de alto riesgo tiene problemas para solicitar el crédito a tasas razonables, disminuyendo su rentabilidad y el precio de sus acciones.

¿Cómo se mide el riesgo en un proyecto?

Uno de los métodos más tratados es a través de la distribución de probabilidades de los flujos de caja esperado por el proyecto, si la dispersión de estos flujos es muy alta, mayor será el riesgo inherente a un proyecto de inversión. Las formas precisas para medir estas dispersiones pueden realizarse con los siguientes métodos:

·   Desviación estándar
·   Dependencia e independencia de los flujos de cajas en el tiempo.
·   El ajuste a la tasa de descuento.
·   Equivalencia a incertidumbre y el tradicional árbol de decisión.

Descripción de otros tipos de riesgos que enfrentan los proyectos:

Riesgos de costo, sobrepasar los costos de desarrollo previstos, cambios en el alcance y los requerimientos de la parte del clientemala estimación de los costos durante la fase de inicialización.

Riesgos de calendario, sobrepasar el calendario previsto a la estimación del tiempo necesarioIncremento de esfuerzos en la resolución de problemas técnicos, operacionales o externos, mala asignación de recursos o asignación de recursos no planeadamayor prioridad en otro proyectopérdida de recursos humanos no prevista.

Riesgos tecnológicos, problemas con tecnologías no controladas o problemas para entender complejidad de nuevas tecnologías requeridas por el proyecto, usar herramientas mal adaptadas, usar herramientas no aprobadas o con fallasproblemas de hardware/softwareproblemas de integración de las diferentes partes del proyecto desarrolladas en paralelo.

Riesgos operacionales, mala resolución de problemas no planeados, falta de liderazgo en el equipofalta de comunicación, falta de motivación del equipo, riesgos de monitoreo y de implementación.

Riesgos externos, cambios en el mercado que vuelven el proyecto obsoleto, mala administración de los oponentes al proyecto, cambios legalescambios de normas, estándares, con impactos sobre el proyectodesastres naturales (fuego, inundación, terremoto, otros.).
Es notable que el control del riesgo  asegura el éxito de cualquier proyecto ya que este toma en cuenta todos los factores que pueden ocasionar el retraso o el fracaso del mismo.  El control del riesgo tiene que estar incluido en una buena planificación estratégica ya que esto determinara la finalización en tiempo y calidad del proyecto.


Supuestos Clave y Consideraciones Especiales.

¿Qué es un supuesto en un proyecto?

Un supuesto de un proyecto es “una premisa”, una declaración, o una interpretación documentada o soportada de un hecho que se espera no cambie o asuma ciertos parámetros durante la ejecución del proyecto.
Cualquier cambio en los supuestos de un proyecto tiene impactos significativos en el desarrollo de las actividades, por lo que son esenciales en las estimaciones, decisiones y diseños que el proyecto atañe.
Un supuesto de proyecto es definido, en simples términos, por Expert Program Management, como algo que establecemos como verdadero para proseguir con nuestro trabajo de proyecto.
Los supuestos se contemplan en todas las etapas de un proyecto pero en especial en las fases de planificación y formulación, y permiten a los equipos del proyecto avanzar en la formulación y la ejecución cuando de otra forma se detendrían.

Recuerda que los supuestos pueden resultar falsos, en cuyo caso los proyectos pueden tener un impacto negativo; es por eso que monitorear y dirigirlos activamente con el equipo del proyecto es una forma proactiva de asegurar su éxito.
















Principales supuestos típicos de un proyecto

Los supuestos de un proyecto pueden dividirse por categorías, lo que ayuda a valorarlos mejor. Entre los distintos ámbitos en donde los encontramos, según Projectbliss.net, están: los recursos, las entregas, el presupuesto o finanzas, el ámbito o alcance, la metodología y los recursos tecnológicos.
Supuestos de recursos
Los supuestos de recursos pueden incluir la disponibilidad de cualquier artículo que se requiera para completar el proyecto; los recursos pueden ser de índole humano o material.
Un supuesto basado en recursos humanos sobre un proyecto es, por ejemplo, qué individuos trabajarán 40 horas a la semana en el turno diurno; los recursos esenciales como la electricidad y las telecomunicaciones estarán disponibles y se utilizarán durante las horas de trabajo, además que los materiales para completar el proyecto estarán disponibles para ser utilizados.

Supuestos de entrega
Los supuestos de entrega se enfocan en el final, en lo que el proyecto proveerá como resultado final de lo que se estuvo desarrollando.
Los proyectos se llevan a cabo para mejorar o crear algo nuevo, lo que les suma valor; en este caso, la entrega asume que lo que se estuvo planeando dentro del proyecto, de hecho, será entregado bajo el tiempo y condiciones previamente pactadas.
Supuestos de presupuesto
Cuando las finanzas del proyecto están siendo planeadas se hacen los supuestos de presupuesto.
Una lista no exhaustiva es:
  • El margen de error en cálculos dinerarios no superarán determinado porcentaje
  • El porcentaje de localización para los recursos versus los materiales  
  • El costo general de la actividad diaria no se incrementará
  • Los costos del personal no cambiarán
  • Las condiciones económicas generales se mantendrán en igualdad de condición.
Supuestos del alcance
Los supuestos de alcance fijan precisamente el alcance de los entregables y las responsabilidades de las partes; esto significa que los artículos de entrega del proyecto están establecidos, el alcance del trabajo está determinado y se mantiene acorde a lo previsto.
Los supuestos del alcance también pueden prever posibles cambios y cómo manejarlos. Un supuesto de alcance podría ser, por ejemplo, el seguir un control de cambios para que ante alguno que surgiera en un factor dependiente, se tome en cuenta para modificar el alcance o se omita.
Supuestos metodológicos y tecnológicos
Supuestos metodológicos y tecnológicos están vinculados con los cursos de acción y herramientas que el grupo de proyectos emplea en cada fase.
Como que el proyecto sigue una metodología rígida o ágil a nivel de desarrollo, la observancia a las normas y procedimientos regulatorios y los entregables serán sometidos a las pruebas y ensayos de rigor.

Algunas consideraciones sobre la gestión de proyectos

La Gestión de Proyectos, es un conjunto de métodos y técnicas de gestión que, inspirados por el sentido común y el rigor profesional, están encaminadas a mejor definir, planificar, impulsar y controlar las operaciones del proyecto. En ningún caso puede considerarse como una receta mágica de efectos infalibles.
La aplicación sistemática, constante y fiel de la metodología permite garantizar una mejora notable de los resultados medios obtenidos en los proyectos, como consecuencia de haber incrementado el dominio de la situación y el grado de racionalidad de las medidas adoptadas.
La Gestión de Proyectos representa un todo completo y coherente.
·         No se trata de adoptar una terminología vistosa ni de aplicar esporádicamente técnicas puntuales o instrumentos parciales.

·         Si se quiere obtener un efecto perceptible y duradero en la calidad de la gestión hay que adoptar la metodología en su conjunto, prestando especial atención a los aspectos culturales de fondo, pero sin descuidar los de naturaleza operativa e instrumental.
Resulta evidente que los proyectos, por sus características especiales, exigen sistemas de gestión adaptados a dichas características, aunque deriven de los que son habituales en otros tipos de actividades. En gran medida, el secreto de la gestión profesional del proyecto es el empleo de técnicas de gestión conocidas en un terreno relativamente especial, pero variando sensiblemente la forma de aplicar dichas técnicas y poniendo el énfasis en ciertos puntos que son especialmente sensibles en las operaciones discontinuas.
Se pueden destacar como aspectos más delicados e importantes de la Gestión de los Proyectos los siguientes:
·         La explícita y pronta definición del triple objetivo de la operación.
·         El papel trascendental que compete al cliente que todo proyecto debe tener y que no siempre se pone de relieve con la fuerza requerida.

·         La figura del Director de Proyecto, verdadero núcleo alrededor del cual gira la dirección, impulsión y control del proyecto, cuyo papel es determinante para el éxito o fracaso de la operación.

·         Las etapas de preparación, organización, y planificación, sobre las que se sustenta en gran parte la gestión, al facilitar y orientar la toma de decisiones, así como todas las tareas de seguimiento, control y adopción de medidas correctoras.
·         La impulsión permanente del proyecto, tomando las decisiones pertinentes con suficiente rapidez y agilidad, pero sin olvidar las técnicas capaces de mejorar el nivel medio de la calidad técnica de las decisiones.

·         El establecimiento de sistemas adecuados de control de la calidad, los costes y los plazos, efectuando un seguimiento constante de la evolución de la operación y no dudando en aplicar las medidas de corrección recomendables.
La planificación de actividades, el control preventivo, el seguimiento atento de la evolución, son elementos que inevitablemente ocupan tiempo y tienen un coste. Pero son, al mismo tiempo, la única forma eficaz de evitar costes indebidos, errores injustificables, retrasos inaceptables y sorpresas imprevistas.
Como es lógico, no se puede considerar la metodología de gestión como un fin en sí misma, sino como una ayuda encaminada a facilitar la consecución de los resultados. El grado de minuciosidad y desarrollo de la metodología deberá adaptarse a la dificultad y tamaño de cada proyecto.
En general, el porcentaje que supone el coste de la gestión sobre el coste total del proyecto debe ser modesto e inversamente proporcional al tamaño de la operación.
La metodología de gestión de proyectos ha de estar inserta en una determinada cultura de empresa que haga viable el cumplimiento de los requisitos descritos. Los métodos de gestión de proyectos, a diferencia de lo que ocurre con otras técnicas en el campo de la ciencia o de la ingeniería, no son neutrales desde el punto de vista ideológico. Están concebidos desde determinadas ópticas de lo que supone y cómo debe realizarse la gestión de la empresa y de la Administración pública. Principios de búsqueda de la eficacia, de economía de recursos, de confianza en las personas, de evaluación por los resultados, etc., subyacen bajo la mayor parte de los métodos y técnicas expuestas.
En particular, debe llamarse una vez más la atención sobre las implicaciones humanas del proyecto, tanto por las actitudes, capacidades y motivaciones que son requeridas en el ámbito de las actividades discontinuas, como por las oportunidades de desarrollo personal y profesional que ofrecen a las personas más dinámicas y ambiciosas. La faceta humana de la gestión de los proyectos debe destacarse como uno de los aspectos más importantes por ser un elemento condicionante del éxito del proyecto y por presentar tintes singulares y llamativos desde una perspectiva de gestión de los recursos humanos.

Cronograma de actividades


 




Independientemente del tamaño o el alcance del proyecto, el cronograma de actividades debe ser una parte de su gestión. A la vista de este calendario, el Project Manager puede conocer el momento en que cada actividad se debe llevar a cabo, las tareas que ya se han completado y la secuencia en que cada fase tiene que ser ejecutada. No obstante, hay que tener en cuenta que la precisión de esta herramienta de gestión de proyectos dependerá de la diligencia con que se lleven a cabo las actualizaciones. Debido a la incertidumbre que implica cualquier proyecto, el cronograma de actividades se ha de revisar periódicamente, de forma simultánea al transcurso de la ejecución. Revisar el contenido de este calendario y ponerlo al día es necesario ya que siempre pueden identificarse nuevos riesgos o surgir la necesidad de cambios. Esta herramienta, en manos del Project Manager transforma el proyecto de una simple visión a un plan minucioso y basado en el tiempo.

Cronograma de actividades: sus principales utilidades.

El cronograma de actividades cuenta con muchas ventajas para la gestión, entre las que cabría destacar:
·          Proporciona una base para supervisar y controlar el desarrollo de todas y cada una de las actividades que componen el proyecto.
·          Ayuda a determinar la mejor manera de asignar los recursos, para que se pueda alcanzar la meta del proyecto de manera óptima.
·          Facilita la evaluación de la manera en que cada retraso puede afectar a otras actividades y a los resultados finales.
·          Permite averiguar dónde van a quedar recursos disponibles, de forma que se puede proceder a su reasignación a otras tareas o proyectos.
·          Sirve de base para realizar un seguimiento del progreso del proyecto.
Intentar gestionar un proyecto sin apoyarse en una herramienta como el cronograma de actividades es casi como avanzar con los ojos cerrados ya que, sin la visión y claridad que aporta la toma de decisiones pierde objetividad y el nivel de riesgo aumenta considerablemente.

La elaboración del cronograma de actividades

Existen muchas metodologías que sirven de base para la elaboración del cronograma de actividades. Para elegir cuál es la más indicada en cada caso, habrá que atender a las características concretas del proyecto y sus necesidades. Así, por ejemplo, se pueden aplicar los métodos del Diagrama de Gantt, CPM - Pert o algún tipo de análisis de redes, en función de su creciente complejidad. En cualquier caso, la información necesaria para la elaboración de un calendario de este tipo ha de ser, como mínimo:
·         Descripción del alcance del proyecto: permite determinar las fechas de inicio y final clave, los principales supuestos detrás del plan, así como las limitaciones y restricciones clave. También puede incluir expectativas de los interesados, que a menudo determinan los hitos del proyecto.
·         Lista de actividades y necesidades de recursos: es importante determinar si hay otras restricciones a tener en cuenta en el desarrollo de la programación. La comprensión de las capacidades de los recursos unida a la experiencia profesional del Project Manager ayudará a conocer qué factores o circunstancias (vacaciones, días libres, etc.) pueden afectar al cronograma de actividades y, por tanto, al proyecto.
·         Calendarios personales y de proyecto: en la programación del proyecto se ha de incorporar la información relativa a los días laborables, los turnos, y la disponibilidad de los recursos.
·         Riesgos del proyecto: su comprensión es necesaria para planear cada actividad con tiempo suficiente para hacer frente y responder a los riesgos identificados, pero calculando la posible aparición también de riesgos no identificados previamente.
Conocer toda esta información antes de la elaboración del cronograma de actividades de proyecto, permite incrementar la flexibilidad al máximo, omitiendo el riesgo. Con estos datos en la mano, el Project Manager puede comenzar la elaboración del calendario en base a la aplicación de alguna de las metodologías de gestión de proyectos.
·         Diagrama de Gantt o Pert: facilitan la creación de una representación gráfica de las actividades del proyecto, el tiempo que se tardan en completar y la secuencia en que se deben ejecutar. Mientras que el Diagrama de Gantt es la herramienta idónea para cualquier tipo de proyecto, muy recomendable para los más sencillos, Pertproporciona excelentes resultados cuando la complejidad aumenta.
·         Camino Crítico: permite buscar y calcular, de entre todas las actividades que se deben completar, la o ruta crítica a tomar. Este camino hace posible completar el proyecto en el menor tiempo posible ya que se determina en función de los cálculos de los plazos más tempranos y más ajustados posibles de inicio y fin para las actividades del proyecto, estimando las dependencias entre ellas.
·         Fast tracking: este método se basa en la reordenación de las actividades que permite llevar a cabo un trabajo más paralelo. De esta forma, se sustituyen las secuencias por simultaneidad de forma que, actividades que normalmente se llevarían a cabo una tras otra, se ejecutan al mismo tiempo al aplicar esta técnica. Hay que tener en cuenta que, además de la intensidad en recursos que exige, la aplicación de esta metodología aumenta el riesgo ya que disminuye la capacidad de hacer frente a los cambios.
Es importante que, desde el momento de recopilación de la información necesaria para crear el cronograma de actividades, hasta su representación gráfica, siguiendo cualquiera de los métodos propuestos, se cuente con la participación de representantes de los grupos de interés, cuya visión, además de enriquecer la planificación, evitará perder el tiempo más adelante en efectuar revisiones e introducir cambios que se podrían haber previsto.

Seguimiento y evaluación del cronograma de actividades

Una vez que ha esbozado el esquema básico del cronograma de actividades, es necesario revisarlo para asegurarse de que cada actividad está alineada con los recursos necesarios para su ejecución, tanto humanos, como materiales y temporales. Además, durante la ejecución de proyecto será necesrio continuar con el seguimiento. Para llevar a cabo esta tarea se pueden aplicar cualquiera de las siguientes herramientas:
·         Método de la cadena crítica: ayuda a evitar errores en materia de disponibilidad de recursos. Este método planea actividades utilizando sus últimas posibles fechas de inicio y fin, añadiendo más tiempo entre cada una de ellas, que luego podrá utilizarse para gestionar las interrupciones de trabajo.
·         Análisis what if: este método compara y mide los efectos de diferentes escenarios en un proyecto. Utiliza simulaciones para determinar los efectos de varios supuestos adversos o nocivos, como el que los recursos que no están disponibles a tiempo o que surjan retrasos en unas u otras áreas del proyecto. En base a esos datos se pueden medir y planear los riesgos que presenta cada uno de los escenarios para preparar la toma de decisiones.


·         Nivelación de recursos: consiste en reorganizar la secuencia de actividades para hacer frente a la posibilidad tener que afrontar el que los recursos necesarios no estén disponibles. También resulta de gran utilidad para asegurarse de que los recursos no se someten a una demanda excesiva. Si al aplicar este método se observa que los recursos están disponibles sólo en cantidades limitadas, será necesario aplicar cambios en el cronograma de actividades para asegurar que las actividades más críticas tengan suficientes recursos.

Equipo de trabajo

El equipo del proyecto normalmente está compuesto por el director del mismo y los miembros involucrados en su realización a lo largo de todo su ciclo de vida, realizando un trabajo conjunto para lograr los objetivos, formen o no parte del equipo de dirección del proyecto.



Los miembros del equipo pueden poseer habilidades específicas o proceder de grupos diversos, pero el trabajo dentro del proyecto es en conjunto del equipo del proyecto. El director del proyecto es  el líder del equipo, independientemente de la autoridad que posea según el modelo de gobernabilidad del proyecto que se haya establecido.

Algunos roles dentro del equipo de trabajo son:

·         Personal de dirección de proyecto: puede ser realizado o apoyado por una oficina de dirección de proyectos (PMO).
·         Personal del proyecto: trabajan en crear los entregables del proyecto.

·         Expertos de apoyo: realizan actividades requeridas para desarrollar o ejecutar el plan para la dirección del proyecto. Dependiendo de la complejidad de éste, pueden trabajar a tiempo completo o cuando sus habilidades sean requeridas.

·         Representantes del usuario o del cliente: pueden designarse como representantes o enlaces para asesorar sobre los requisitos, ver la aceptabilidad y viabilidad de los resultados del proyecto y asegurar la coordinación adecuada.

·         Proveedores: vendedores, suplidores o contratistas. Aportan componentes o servicios necesarios para el proyecto. Pueden llegar a desempeñar un rol significativo dentro del proyecto, dependiendo de su compromiso con el riesgo asociado a la entrega de los resultados.

·         Miembros de empresas asociadas: para garantizar una coordinación adecuada.

·         Socios empresariales: compañía externa, pero con una relación especial con la empresa, usualmente mediante certificación. Suelen aportar experiencia o habilidades específicas.

Composición de los Equipos de Proyecto:

Varía según la cultura de la organización, el alcance y la ubicación. Del mismo modo, la relación entre el director del proyecto y el resto del equipo también varía según la autoridad que posea el primero sobre los demás (si es contratado a tiempo parcial o si es un gerente de línea del equipo, por poner dos ejemplos).
Aunque pueden existir modelos más complejos, los dos modelos básicos de dedicación del equipo del proyecto son:

·         Dedicado: todos los miembros o una proporción importante de estos trabajan a tiempo completo en el proyecto. Pueden estar ubicados en un mismo lugar o comunicarse por medios virtuales, pero siempre reportan al director del proyecto. Por ello, esta es la composición más sencilla para éste último, ya que las líneas de autoridad son claras y todos los miembros del equipo pueden concentrarse en objetivos. Son comunes en las organizaciones orientadas a proyectos (ver entrada sobre estructuras de la organización).

·         Tiempo Parcial: si el proyecto es establecido como trabajo adicional y temporal. Aquí todos los miembros del equipo, incluyendo al director, siguen ubicados en sus organizaciones y cumpliendo sus funciones usuales. Los gerentes funcionales son los que mantienen el control sobre el resto del equipo y los recursos asignados al proyecto. Los miembros del equipo a tiempo parcial pueden dedicarse a más de un proyecto por vez. Son comunes en organizaciones funcionales, mientras que las matriciales emplean ambos según se requiera (ver entrada sobre estructuras de la organización).

Estos modelos pueden existir en cualquier estructura organizacional. Los equipos de proyecto dedicados son más comunes en las organizaciones orientadas a proyectos, donde la mayor parte de los recursos de la organización se centran en los proyectos y los directores de proyectos tienen un alto grado de independencia y autoridad. Los equipos de proyecto a tiempo parcial son comunes en organizaciones funcionales, mientras que las organizaciones matriciales utilizan equipos de proyecto tanto dedicados como a tiempo parcial. Los miembros que tienen una participación limitada en diversas etapas de un proyecto pueden considerarse como miembros del equipo del proyecto a tiempo parcial.

Condiciones económicas

Elementos claves en el estudio económico de un proyecto


Una de las fases más importantes antes de comenzar cualquier proyecto, con independencia de cuáles sean sus características, es realizar un estudio de viabilidad, con el propósito de analizar si su puesta en marcha es factible o no. Sin embargo, la eficacia del estudio dependerá de si se han tenido en cuenta todos los factores que intervienen en el proceso y que pueden suponer un grave riesgo para el éxito del mismo. La puesta en marcha de cualquier proyecto debe ir precedida de un análisis exhaustivo de:



  • El entorno en el que se  asienta la empresa, a fin de conocer su situación.
  • El mercado al que se dirige, para conocer sus características concretas.
  • Las características técnicas que hacen falta para llevarlo a cabo.
  • Los recursos administrativos que hay que tener presente para su puesta en marcha.
  • Los requisitos legales que hay que cumplir para que el proyecto se ejecute.
  • Loa gastos económicos que conlleva poner en funcionamiento el proyecto.
El estudio económico del proyecto es, por tanto, uno de los pasos claves para identificar la viabilidad de un proyecto, pero no es el único. Un estudio que sólo se base en el aspecto económico, será incompleto y por tanto, su viabilidad no será fiable.

Elementos claves del estudio económico

El fin último de este estudio es analizar las necesidades de tipo económico y financiero que precisa la puesta en marcha del proyecto, con el propósito de ayudará a valorar si es rentable, o no, emprender el nuevo proyecto. Se trata, pues, de conocer:
  • La inversión económica necesaria y cómo se va a financiar.
  • Estimar los costos y gastos que va a suponer la puesta en marcha del proyecto
  • Valorar los posibles ingresos para realizar un cálculo aproximado de los beneficios que puede dar el proyecto.
Por lo tanto, para realizar este estudio económico, es preciso estructurarlo atendiendo a estos cuatro elementos:

1. Las inversiones

En todo proyecto existen tres tipos de inversiones, cuya suma proporcionará el total de inversiones necesario para poner en marcha el proyecto.
  • Inversiones en Activos fijos. Son aquellas destinadas a recursos de tipo tangible, como la maquinaria o el mobiliario preciso, o intangible, es decir, que no se pueden “tocar”, como los estudios, las relaciones con los proveedores, derechos y permisos.

  • Inversiones en Capital de trabajo o activos circulantes.  Se trata de determinar los      recursos necesarios para poner en funcionamiento el proyecto (materias primas, mano de obra, etc.). Para calcular este capital de trabajo, es preciso restar a los activos corrientes que ya posee la empresa para poner en marcha el proyecto (capital disponible en efectivo o no, materias primas, repuestos y productos),  los pasivos o deudas por pagar a proveedores. También hay que tener en cuenta cuales son las fuentes de financiación del proyecto y en qué medida lo van a financiar, si se posee capital, existen inversores, se va a pedir un crédito a los bancos o si la financiación va a ser mixta, combinando dos o más fuentes de financiación.

  • Gastos previos preoperatorios, es decir, aquellos destinados a la realización de estudios, captación de capital, y la realización de diseños y planes, previos a la puesta en marcha del proyecto.
Es conveniente realizar un calendario de inversiones para llevar un control de las mismas durante la evaluación del proyecto

 2. Los gastos totales

Son los gastos totales que va a suponer el proyecto. Para obtener este resultado es preciso analizar:
  • Los gastos de  administración y ventas, donde se engloban los gastos derivados de la remuneración del personal, depreciaciones, etc.
  • Los gastos  financieros, aquellos gastos correspondientes a los intereses de las obligaciones financieras.
  • Los gastos de fabricación y comercialización, serían aquellos gastos derivados de facturas de luz, combustibles, impuestos, repuestos, etc.

3. Los costos

Se trata de los costos de producción, dentro de los que se encuentran las materias primas, materiales y recursos necesarios para crear el producto o dar el servicio. Estos costos se pueden clasificar en función de su valor,  como variables o fijos.

 4. Ingresos

Por otro lado, en el estudio económico, además de los gastos, hay que realizar una valoración del dinero que se estima se puede recaudar gracias a la venta del producto o servicio realizado y de otros tipos de ingresos que puedan beneficiar la rentabilidad del proyecto.